martes, 17 de febrero de 2009

El socialismo es un palabro

Las presentes luchas políticas y económicas provienen de unos episodios sociales nuevos, sincronizados y potencialmente devastadores, como jamás antes presenció la historia. Nunca en su pasado vivió la especie sapiens lo que actualmente ocurre al mismo tiempo y casi misma forma en el planeta Tierra:  una debacle formidable en todas las esferas de la actividad humana que afecta al conjunto ciudadano real y mundialmente existente. La globalización de la humanidad ha sido tan intensa, profunda, instantánea, que sólo mediante acciones  concertadas a escala mundial, pueden los humanos salir de esta encrucijada. Precisamente soluciones que no pueden aportar los que hasta la fecha han contribuido en decisiva medida a este caos civilizatorio tan inédito y original: los políticos, sus grupos, castas, clanes, bandas… 

El mundo de los ciudadanos internacionales está cada vez más unido en sus desgracias y en la necesidad de encontrar soluciones a las mismas, en consecuencia tiende a la “unidad” y acabará practicándola ineludiblemente. Mientras, la globalizada burbuja de los políticos mundiales cada día se desinfla y desune más por causa de la radical y agresiva competencia que inspira y exige un sistema capitalista que se cae a pedazos,  cuando ya ha derribado definitivamente  sus soportes básicos,  tanto económica, política, social,  como ideológicamente. Mírese la aureola de ideas dominantes desde el  punto de vista de discursos,  declaraciones, programas, reuniones, refriegas, movimientos, actuaciones, filosofía, atavismo,  destrozos naturales, perjuicios públicos, mentiras.., y se verá la constante pérdida de crédito social y mengua de peso político,  que pierden por momentos estos usurpadores delictivos  en la balanza calibradora de las fuerzas que se enfrentan y contienden: Ciudadanos internacionales versus saqueadores públicos mundiales.

Estos enfrentamientos, en visible y severo auge, egoístas y centrípetos entre mandamases, entre instituciones y aún en el seno de ellas,  que  con crecientes dificultades disimulan en público, bien sean empresariales, nacionales, interautonómicas, internacionales, intergubernamentales, interzonales, interbancarias, inter… , portan el marchamo y tienen su meta,  de y en,  la autodestrucción de modelos y corsés político-económicos vigentes. La limitación teórica de tope al suicidio sistémico, reside en una hipotética e improbable unión  desvaneciéndose frente a la imparable unidad de la ciudadanía internacional, cuando ésta inicie la fase de rebeliones considerables. Es a las sociedades y a sus Naciones a las que de ostensible y rastrera forma,  sus dirigentes explotan, engañan y saquean sin grado, medida, ni ley alguna sino imposición, ilegalidad, despotismo. 

Estos  hechos,  trayectoria, discurrir y horizonte,  corresponden verosímilmente a la dinámica observable. Caminamos hacia un desenlace de fortalecimientos nacionales y nacionalizaciones empresariales,  expresados económica y políticamente en el “proteccionismo-nación”; hacia esa desembocadura se dirige este proceso histórico que al planeta cautiva  y donde naciones enteras colapsan o sufren bancarrota total. Aunque por  hoy, la conciencia pública de esos mismos hechos y su previsible desarrollo, todavía no alcance un  punto de inflexión decisorio que en breve debe manifestarse, en un número suficiente de perjudicados  conscientes de la situación. Ese salto adquisitivo de mayor calidad y cantidad comprensiva y sus ineludibles consecuencias prácticas, se producirá con determinación y eficacia cuando los respectivos ciudadanos de cada nación, participen paulatinamente con mayor claridad, decisión y contundencia en el litigio, o cuando menos una parte importante de ellos. 

La realidad espera de un momento a otro que ese desembarco ciudadano se produzca, y sólo más tarde la humanidad podrá nombrar a su antojo, los acontecimientos que se produzcan y las consecuencias que de los mismos se deriven. Hasta entonces, el mundo no conoce esos nombres porque todavía no ha salido la nueva criatura que la Historia está pariendo.   

1 comentario:

  1. 10-02-2009 / 10:45
    realista

    El obrero, “pieza” fundamental en la máquina económica, también ha dejado de actuar de acuerdo con el estropicio del mecanismo bajo la égida del sistema capitalista.
    Nadie lo ha querido así, nadie lo ha pensado, a nadie ha obedecido y casi nadie lo deseaba; sencillamente ha dejado de funcionar y eso es todo. Pero la sociedad no puede sustentarse sin comer, ni vestir, ni consumir lo que necesita para la vida, y por tanto el capítulo siguiente tiene necesariamente que poner a funcionar el mecanismo productor aunque como es natural, de modo garantizado, nacional y seguro, pero además a escala planetaria, porque los ciudadanos son patriotas políticos pero internacionalistas económicos, muy al contrario de lo que vemos con los actuales gobiernos, todos barriendo pro domo sua para beneficio privado con eso del creciente proteccionismo.
    Porque el fondo de este desastre es que no puede estar en manos a unos pocos los medios de subsistencia general, eso no sólo es irracional y peligroso como vemos, es que esos pocos no han sido capaces de solventar los graves problemas humanos e incluso han contribuido con su egoísmo a incrementarlos hasta el paroxismo, el derrumbe, la ruina general.

    El mundo tiene a la vista toda la gama de peleas que se están produciendo en todas partes entre los gobernantes: en USA diferencias graves entre demócratas y republicanos con motivo del nuevo plan (la mitad del dinero del Plan Paulson se ha esfumado) hasta el punto que empiezan a incitar a los ciudadanos para que se pongan al lado de los contrincantes; en Italia el asunto de la eutanasia que es racismo encubierto, como el lingüísmo de las regiones españolas es nazismo filológico; en Inglaterra el patriotismo figurando xenofobia; en España, infamias, espionajes, cacicadas, jueces por su cuenta, organismos por la suya u ostentosas mentiras tanto en la prensa como en la boca de cada miembro de la CASTA; y así en el resto de paises: refriegas y enfrentamientos de todos los colores. Todas y cada una de esas diferencias se producen entre los que mandan y no tienen por objeto arreglar absolutamente nada que no sea de su más particular interés, porque los ciudadanos, inocentes de la hecatombe y desposeídos de sus derechos y poder político, están mirando el paisaje, sufriendo in crescendo sus trágicas consecuencias y preparando las herramientas para cuando haya que iniciar hostilidades contra los causantes del robo y atropello y que será necesariamente de forma inmediata, bien en nuestro suelo o en otra Nación.

    Se abre la etapa mundial de la política en directo y en la calle, prescindiendo de tanta intermediación que ocultaba a unos simples rateros encaramados en el poder social que han acaparado vida, obra, hacienda, futuro y derechos humanos como nunca había contemplado la humanidad. Esa etapa es de lucha abierta y contempla teóricamente un espacio de tiempo cifrado en meses: el tiempo que tarde una masa social POLITIZADA y suficiente en comprender la solución. Esa conciencia, existente en millones de personas, no puede aflorar públicamente nada más que en la práctica directa de la política en la calle, y tampoco puede triunfar sin antes aprender vertiginosamente, toda las trampas que los mandamases tienen todavía en la manga, como es la de disfrazarse de “arregladores” una vez acabado el actual régimen. Pero no será mucho tiempo por la sencilla razón de que los camaleones no podrán arreglar lo que ellos han estropeado y también y más importante, porque no se puede estar sin comer muchos días. Y en sociedades como las nuestras menos aún.
    10 de febrero de 2009 10:45:00 CET

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