lunes, 16 de febrero de 2009

Spain is Diferent (porque alberga la más florida primavera).

Los hechos son incontrovertibles además de tozudos Si las fuerzas oficiales que han dominado los dos últimos siglos en la España moderna,  entablaron disputas seculares -básicamente liberales y conservadores-, sus herederos se baten hoy televisados en directo y en mortal batalla aunque con nombres inversos.  Los conservadores tradicionales parecen liberales, mientras los liberales (izquierdas) habituales se han transformado en nacionalsocialistas. Los españoles repetimos también, aunque pálidamente,  la faz de nuestra guerra civil, donde unos y otros se batieron en cruel fratricidio en gran parte al servicio de intereses extranjeros. Ahora se nos presenta una especie de guerrilla confinada en las cúspides de los partidos, porque el resto de la Nación presencia estos primeros combates al margen de los mismos, para más tarde, con toda seguridad, penetrar a saco en el litigio en plan arrasador, desescombrar el paisaje y limpiar definitivamente la Patria de sus actuales enemigos.

Encima de nuestras cabezas ronda una guerra política e incruenta, pero no es ni será  una nueva guerra civil;  esta vez no toca por lo moderna y “globalizada” que se ha vuelto España. Este gran segundo Drama nacional en un siglo,  más que tragedia figura sainete adobado con alto diseño y guapo caviar. Es sólo una guerrita política reverberación  del 36, pues como dijeron los sabios: la historia se repite una vez como tragedia y la siguiente como farsa. Estas hostilidades de inicio sólo afectan a los parásitos,  chupópteros, caciques, malandrines, gerifaltes,  delincuentes habituales o advenedizos contra la Patria. El resto de la Nación se manifiesta contra  toda esta Casta, costra, lastre y freno vital para la ciudadanía.  Jueces, ciudadanos, parados, empresarios, fuerzas del orden, maestros…y  todo otro estamento social, emiten señales de rebelión, exigencia de justicia, necesidad de Orden, Constitución, Gobierno, Educación, Recursos, Democracia y cualquier otro fundamento imprescindible a la civilización Nacional Española.

El horizonte pues, se presenta despejado de dudas y recelos,  porque los españoles patriotas “solamente” tendrán que coger el poder político, bien porque nadie lo retenga con tanto mamporro elitista, bien porque haya que dar algún que otro empujón a los rescoldos de la gresca. Ocurrirá igual en otros países, pues la descomposición de los capitalistas y sus representantes políticos es de orden planetario aunque se presente en cada Nación, localidad o estamento con los ribetes originales. En este sentido tanto da el desmán de un alcalducho o de un mandarín autonómico, que las “hazañas” del Gobierno yanqui a los que se les pierde el dinero entregado por los contribuyentes para salvar empresas, o las trifulcas internacionales acerca del proteccionismo reaccionario,  o la banca mundial cuyas estafas al público han superado todo lo imaginable con la aquiescencia de sus compinches gubernamentales.

La mundialmente conocida ausencia en España de algo que se pueda nombrar Estado “en condiciones”que se acostumbra a decir, deja desde ahora mismo en las manos libres del pueblo español,  plena libertad de todo orden para someter a los actuales partidos e instituciones públicas, y hará con todos ellos lo que la SOBERANIA NACIONAL estime tan necesario como conveniente. Nada ni nadie puede oponerse a los  nacionales españoles en sus designios y derechos, inmediatos y urgentes, patrióticos y universales, históricos y victoriosos. Es cierto que el Pueblo Español, deshilvanado,  confuso y desprovisto de instrumentos públicos momentáneamente -igual que en la guerra contra el francés-, no actúa conforme dicta la táctica de un Estado Mayor Nacional  o de un Gobierno provisionalmente en embrión,  pero tal que así transitó la Patria cuando aquella invasión. A pesar de ello, los españoles ya actúan social, rebelde, resistente y  políticamente,  en las condiciones actuales como saben, donde les dejan o con la más peregrina forma. Pero la Patria, España, la Nación y la Ciudadanía, como aquel entonces, se expresan en cuerpo, alma, lengua y hasta deportivamente,  con lo que en breve alcanzará el podium laureado como se tuvo ocasión de observar en el pasado lejano sobre el Emperador galo, o en el pasado cercano con el campeonato europeo de fútbol y como se ve hoy día con el rabioso caso de Marta Castillo, donde los irresponsables políticos de la Educación Pública han dejado el sello de criminales fomentadores de psicopatías juveniles. 

Drama casero el caso español pero de universal alcance, espejo donde se mira el mundo y concentrado foco de la  tenebrosa luz que el sistema capitalista está apagando junto a su existencia. Obama es tan esclavo de la situación, como cualquier cacique local coautor de la misma. El delito político ha alcanzado su más alta expresión histórica y la política nacional e internacional ha cometido el más traidor de los delitos asesinando todo crédito al  montaje denominado “el menos malo de los sistemas”.

Al ser la nuestra una guerra de LIBERACION NACIONAL la que ha emprendido la Nación Española, todas las fuerzas nacionales están de la parte civilizatoria y no del lado  de la más salvaje conducta gubernamental que vieron los siglos. Y mientras el enemigo ANTIESPAÑOL sólo dispone de unas ínfimas cúpulas de partidos, cuatro bobos que les siguen y todos juntos unidos nada más que por el miedo, la cobardía, la codicia o la mentira, el grueso poblacional compuesto por las “clases medias”, tiene por delante la más segura Victoria que imaginar se pueda. La Reconquista es la mejor comparación que podemos encontrar en nuestra historia con los tiempos presentes, con la enorme diferencia de que los traidores “extranjeros” están en insignificante minoría y más desunidos imposible, y por supuesto esta reedición u nueva cruzada durará menos que canta un gallo.  Reconquista de Libertad, Democracia, Justicia, Patria, Lengua, Educación, Riqueza social o Progreso Nacional.

Todo dependerá de la miserable y criminal resistencia  que los ANTIESPAÑOLES opongan a la invencible marcha de la Nación y su futuro.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario